
*Rivera Briones Miguel Angel; ** Marin Santillan Olivia
*Cirujano Dentista, Especialista en Endodoncia y Odontologia Deportiva
**Especialista en Periodoncia y Mstra. Académica de la FE de la BUAP.
*Cirujano Dentista, Especialista en Endodoncia y Odontologia Deportiva
**Especialista en Periodoncia y Mstra. Académica de la FE de la BUAP.
El Fútbol americano es un deporte de contacto extremo que favorece la presencia de diversas lesiones aún cuando el cuerpo está protegido adecuadamente, no sucede así en cavidad oral, donde los atletas no utilizan un dispositivo de protección específica e individual. La gran mayoría utilizan protectores bucales de tipo comercial, que no cumplen con la función especifica de protección, una alternativa viable y eficaz son los protectores hechos a la medida por su gran efectividad y seguridad, además en este estudio se presentan las condiciones de salud bucodental que muestran los participantes en este tipo de deporte y la presencia de lesiones dentales asociadas.
Llaves de trabajo:
Futbol, Protector bucal, trauma dental, deporte, condiciones, atletas, prevención, articulación temporomandibular, fractura, avulsión.
Futbol, Protector bucal, trauma dental, deporte, condiciones, atletas, prevención, articulación temporomandibular, fractura, avulsión.
OBJETIVOS.
Este estudio pretende mostrar el tipo de protectores bucales que usan los jugadores de fútbol americano de la U.D.L.A y las condiciones orales que presentan a causa de su participación en estos eventos.
Este estudio pretende mostrar el tipo de protectores bucales que usan los jugadores de fútbol americano de la U.D.L.A y las condiciones orales que presentan a causa de su participación en estos eventos.
INTRODUCCION
La medicina del deporte es una especialidad de la ciencia medica relativamente nueva en nuestro país, el cuál día tras día a tomada mayor relevancia en la práctica cotidiana situando a la Odontología en lugar preponderante, sin embargo es importante difundir la información y el conocimiento para la aplicación en nuestra práctica diaria.
La amplia variedad de actividades humanas fuera de las tareas diarias de la vida y el trabajo incluyen la recreación, los deportes y las actividades atléticas. La importancia del significado y los vínculos de estos términos puede proveer un fundamento útil para entender y anticipar los eventos que a veces llegan a coaccionar trauma dental y a las estructuras de soporte bucales.
Los deportes de contacto como el fútbol americano, el hockey sobre hielo, boxeo y las artes marciales en su mayoría actos rituales de combate para quienes gustan desafiar su fuerza y habilidad individual en competencias atléticas.
Por lo general, este tipo de atletas muestra algún tipo de lesión bucal por lo que se sugiere, el uso obligatorio de protector bucal.
El primer protector bucal utilizado en el deporte de Boxeo fue en 1913 por un boxeador Ingles y el material era de caucho, el motivo principal de la elaboración fue para protegerse los dientes de los golpes. (1)
A principios del sigo XX, durante las primeras fases del fútbol americano, los jugadores sufrían lesiones traumáticas graves, en gran parte por la falta de disponibilidad del equipo de protección específico. A medida que el juego avanzó en el decenio de 1920, se introdujeron cojinetes y cascos de cuero, pero por lo general se ignoró la protección bucal.
Aunque los protectores bucales estaban disponibles y los boxeadores los usaban desde 1913, los jugadores de fútbol americano adoptaron con lentitud este dispositivo. Esto ocurrió en parte por la resistencia entre los jugadores y la percepción de que el uso de tales protectores afectaban con su desempeño físico durante la competencia atlética. Esta actitud persistió a pesar de los beneficios para proteger la boca ante las diversas clases de lesiones menores y graves.
Tales heridas siguieron aconteciendo de manera regular y durante los siguientes diez años, a través del decenio de 1940 se brindó poca atención a la protección bucal en actividades atléticas. La energía y el pensamiento de E.U. eran ocupados con la segunda guerra mundial. Con la crisis causada por la guerra, se presentó incluso una reducción en la cantidad de eventos atléticos y el número de atletas participantes, al comenzar el decenio de 1950 comenzó a florecer de nuevo el deporte organizado. La televisión llevo a los hogares el fútbol americano profesional y colegial y la popularidad de los deportes de conjunto aumentó en EU.
Posteriormente los plásticos sustituyeron al cuero para los cojinetes y cascos en el fútbol americano. El menor peso de los cascos de plástico proporcionó un recurso para anclar una barra ligera o máscara facial, a usarse a fin de evitar heridas en la cara.
La Asociación Dental Americana intervino activamente en 1950 para promover una mejor salud dental entre los atletas que participaban en deportes de contacto como el fútbol americano.
En 1951 Cathcard efectuó un estudio con jugadores de fútbol americano en tres estados. Comunico que 50% de todas las lesiones en jugadores de bachillerato se ubicaban en/o alrededor de la boca. No obstante concluyó que la máscara facial sola no bastaba para impedir todas las heridas bucales.
Se prestó atención a las lesiones faciales en el manual de 1954-1955 de la National Federation of State High School Association ( cuerpo sector reglamentario para las actividades atléticas en los bachilleratos estadounidenses). El manual mencionaba que las lesiones dentales y faciales representaban el 53.9% de todas las heridas en el fútbol americano. En 1955, la Wisconsing Intercholastic Athletic Association probó las máscaras faciales para el fútbol americano organizado. Hubo 61% de disminución en las lesiones bucofaciales; el informe citó:
“Las máscaras resultaron ser menos eficaces en la prevención de dientes fracturados…. Los estudios sobre lesiones dentales señalaban que más a menudo son resultados de golpe por debajo del mentón”, De manera concluyente se mostró que las máscaras faciales eran una medida de protección dental (50% de eficiencia) pero el estudio indicó que el hecho de que solo era posible obtener protección dental máxima cuando se complementaba el uso de la máscara facial con la protección bucal.
Con el fin de investigar el número y la gravedad de las heridas bucales en jugadores de fútbol americano y establecer si los protectores bucales podrían disminuir o eliminar tales lesiones el Bureau of Dental Health Educatión formó en 1959, un comité junto con la American Associatión for Health, Physical Educationand recreatión. En 1960, el informe publicado por dicho comité encontró que cuando los jugadores de fútbol americano preparatoriano utilizaban protectores bucales o máscaras faciales, 50% de todas las lesiones ocurrían en/o alrededor de la boca.
Después la House of Delegates of the American Dental Association aprobó una resolucion para que todas las dependencias incluidas en actividades atléticas interescolares obligaran que los jugadores de fútbol americano deberían utilizar durante las sesiones de práctica así como en situaciones de juego protectores bucales de modo individual con ajuste conveniente.
En 1960, la National Federation of State High School Association adoptó él reglamente obligatorio, que todos los jugadores participantes en el fútbol americano organizado bajo el apoyo de 45 estados de aquel entonces, tenían que utilizar cierto tipo de protección facial. Cohen y Boush demostraron que el empleo de un protector bucal con ajuste conveniente eliminaba las lesiones bucales en jugadores preparatorianos del fútbol americano.
Los resultados de tales esfuerzos dieron frutos en 1962, cuando el National Alliance Footbal Rules Comité, Constituidos por miembros de la National Federatión of High School, la National Junior College Athletic Associatión y la National Intercollegiate Athletic Association exigieron que los jugadores de fútbol americano utilizaran protectores bucales y máscaras faciales, esta regla obligaba que “cada jugador debe utilizar un protector de boca y dientes intrabucal, que incluía una porción oclusal y labial.”
La NCAA, que regula los programas atléticos en las universidades y colegios principalmente necesito mucho más tiempo para adoptar los requisitos obligatorios del protector bucal y la máscara facial(2)
En un estudio clínico de 5 años del Dr. John Stenger en jugadores de fútbol de Notre Dame iniciado en 1958 y publicado en 1964(3), El Dr. Stenger, iniciador del concepto de fisiología dental, basó mucho de su trabajo en James B. Costen MD, un otorrinolaringólogo de la Universidad de Washington(4), por medio de trazos cefalométricos en radiografías de cráneos realizadas antes y después a estos jugadores, Stenger demostró las diferencias en la posición del cóndilo de la mandíbula, el hueso hioides y las vértebras cervicales (c2-c4), cuando los dientes estuvieron en oclusión céntrica( máximo contacto de las arcadas dentarias sup e inf.) Contra la utilización de un posicionador entre las arcadas (aumentando la distancia interdentaria de 2-4 mm), encontrando la disminución de lesiones en mandíbula y órganos dentarios, hay también una reducción impresionante en concusión cerebral.
La Concusión Cerebral puede ser definida como un trauma inducido causando una alteración en el estado mental que puede o no puede involucrar la pérdida de conciencia(5). La confusión y la amnesia pueden acompañar a la concusión, el reconocimiento de la concusión es imperativa para los entrenadores, asistentes deportivos, directores técnicos así como los atletas que necesitan recibir una evaluación oportuna y el tratamiento adecuado por parte del médico.
Hickey y col. , estudiaron la relación de protector bucal y la presión intracraneal y deformación ósea en 1967,
Realizo un trabajo el cual consistió en un mecanismo de producción de impacto, para desarrollar un golpe uniforme dirigido al borde inferior de la mandíbula en un cadáver masculino intacto.
Se encontró una significante reducción en ambos(deformación ósea y presión intracraneal) la amplitud y duración, cuando un protector bucal estuvo colocado comparado cuando los dientes estuvieron juntos en oclusión céntrica. (6)
No fue sino hasta 1973, once años después que el National Alliance Football Rules Comitte había exigido el uso de protectores faciales y bucales, que la NCAA finalmente hizo lo propio al poner en vigencia él reglamente.
En 1974 se demostró al comité que un protector bucal ajustado de manera apropiada permitiría al atleta hablar con claridad sin alterar de esa manera su función. Finalmente se aceptó la regla y en la actualidad los jugadores de fútbol americanos colegial tienen que utilizar protección bucal. (2)
Los protectores bucales protegen contra contusiones a labios y carrillos, lesiones en lengua, laceraciones de tejido blando, disminuyen las fracturas dentales además de prevenir lesión en la Articulación temporomandibular, también disminuyen la posibilidad de lesiones cervicales como concusión, hemorragia cerebral, pérdida de conciencia, daño cerebral grave al sistema nervioso y muerte. (4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19)
La función específica de un protector bucal construido especifica e individualmente es la absorción parcial y disipar la energía del impacto generado por la fuerza traumática dirigida a la mandíbula y a la cabeza.
El protector bucal deber cumplir las siguientes indicaciones como una adecuada retención en el maxilar (no debe ser fácilmente desplazado por el impacto), que facilite la respiración y el habla, no debe causar reacciones tóxicas por los diversos materiales empleados en su fabricación, debe ser cómodo y no lastimar a los tejidos blandos de la boca. (1,20,21,22,23,24,25,26,27)
Los protectores bucales comerciales pretenden cumplir estos requerimientos pero su adaptabilidad y su nula comodidad es a menudo insatisfactorias, aunque la disposición para encontrarlos en el mercado y el bajo costo que ofrecen facilitan al deportista adquirirlo, aún conociendo las diferencias entre el tamaño de diversas arcadas dentarias entre diferentes jugadores, un protector bucal específicamente e individualmente diseñado debe proveer mayor protección con capas adicionales en zonas específicas de los dientes y mucosa bucal(27,28)
Importantes es también las condiciones orales que se presentan para determinar los riesgos relacionados a este deporte y adecuar el protector especifica para determinado tipo de deporte
MATERIALES Y METODOS
Estudio longitudinal, retrospectivo, observacional, una completa revisión de cavidad oral (exámenes de exploración de cabeza y cuello, revisiones de mucosa bucal, dentales y de A.T.M determinado con diversos movimientos mandibulares como apertura, cierre, movimientos de lateralidad, protracción y retracción escuchados con estetoscopio a nivel de atm), realizado a 60 jugadores de liga mayor de fútbol americano de la U.D.L.A., masculinos, promedio de edad 21 años.
Se realizaron además de un cuestionario previo con preguntas relacionadas a la opinión del protector bucal usado y presencia de lesiones dentales.
La medicina del deporte es una especialidad de la ciencia medica relativamente nueva en nuestro país, el cuál día tras día a tomada mayor relevancia en la práctica cotidiana situando a la Odontología en lugar preponderante, sin embargo es importante difundir la información y el conocimiento para la aplicación en nuestra práctica diaria.
La amplia variedad de actividades humanas fuera de las tareas diarias de la vida y el trabajo incluyen la recreación, los deportes y las actividades atléticas. La importancia del significado y los vínculos de estos términos puede proveer un fundamento útil para entender y anticipar los eventos que a veces llegan a coaccionar trauma dental y a las estructuras de soporte bucales.
Los deportes de contacto como el fútbol americano, el hockey sobre hielo, boxeo y las artes marciales en su mayoría actos rituales de combate para quienes gustan desafiar su fuerza y habilidad individual en competencias atléticas.
Por lo general, este tipo de atletas muestra algún tipo de lesión bucal por lo que se sugiere, el uso obligatorio de protector bucal.
El primer protector bucal utilizado en el deporte de Boxeo fue en 1913 por un boxeador Ingles y el material era de caucho, el motivo principal de la elaboración fue para protegerse los dientes de los golpes. (1)
A principios del sigo XX, durante las primeras fases del fútbol americano, los jugadores sufrían lesiones traumáticas graves, en gran parte por la falta de disponibilidad del equipo de protección específico. A medida que el juego avanzó en el decenio de 1920, se introdujeron cojinetes y cascos de cuero, pero por lo general se ignoró la protección bucal.
Aunque los protectores bucales estaban disponibles y los boxeadores los usaban desde 1913, los jugadores de fútbol americano adoptaron con lentitud este dispositivo. Esto ocurrió en parte por la resistencia entre los jugadores y la percepción de que el uso de tales protectores afectaban con su desempeño físico durante la competencia atlética. Esta actitud persistió a pesar de los beneficios para proteger la boca ante las diversas clases de lesiones menores y graves.
Tales heridas siguieron aconteciendo de manera regular y durante los siguientes diez años, a través del decenio de 1940 se brindó poca atención a la protección bucal en actividades atléticas. La energía y el pensamiento de E.U. eran ocupados con la segunda guerra mundial. Con la crisis causada por la guerra, se presentó incluso una reducción en la cantidad de eventos atléticos y el número de atletas participantes, al comenzar el decenio de 1950 comenzó a florecer de nuevo el deporte organizado. La televisión llevo a los hogares el fútbol americano profesional y colegial y la popularidad de los deportes de conjunto aumentó en EU.
Posteriormente los plásticos sustituyeron al cuero para los cojinetes y cascos en el fútbol americano. El menor peso de los cascos de plástico proporcionó un recurso para anclar una barra ligera o máscara facial, a usarse a fin de evitar heridas en la cara.
La Asociación Dental Americana intervino activamente en 1950 para promover una mejor salud dental entre los atletas que participaban en deportes de contacto como el fútbol americano.
En 1951 Cathcard efectuó un estudio con jugadores de fútbol americano en tres estados. Comunico que 50% de todas las lesiones en jugadores de bachillerato se ubicaban en/o alrededor de la boca. No obstante concluyó que la máscara facial sola no bastaba para impedir todas las heridas bucales.
Se prestó atención a las lesiones faciales en el manual de 1954-1955 de la National Federation of State High School Association ( cuerpo sector reglamentario para las actividades atléticas en los bachilleratos estadounidenses). El manual mencionaba que las lesiones dentales y faciales representaban el 53.9% de todas las heridas en el fútbol americano. En 1955, la Wisconsing Intercholastic Athletic Association probó las máscaras faciales para el fútbol americano organizado. Hubo 61% de disminución en las lesiones bucofaciales; el informe citó:
“Las máscaras resultaron ser menos eficaces en la prevención de dientes fracturados…. Los estudios sobre lesiones dentales señalaban que más a menudo son resultados de golpe por debajo del mentón”, De manera concluyente se mostró que las máscaras faciales eran una medida de protección dental (50% de eficiencia) pero el estudio indicó que el hecho de que solo era posible obtener protección dental máxima cuando se complementaba el uso de la máscara facial con la protección bucal.
Con el fin de investigar el número y la gravedad de las heridas bucales en jugadores de fútbol americano y establecer si los protectores bucales podrían disminuir o eliminar tales lesiones el Bureau of Dental Health Educatión formó en 1959, un comité junto con la American Associatión for Health, Physical Educationand recreatión. En 1960, el informe publicado por dicho comité encontró que cuando los jugadores de fútbol americano preparatoriano utilizaban protectores bucales o máscaras faciales, 50% de todas las lesiones ocurrían en/o alrededor de la boca.
Después la House of Delegates of the American Dental Association aprobó una resolucion para que todas las dependencias incluidas en actividades atléticas interescolares obligaran que los jugadores de fútbol americano deberían utilizar durante las sesiones de práctica así como en situaciones de juego protectores bucales de modo individual con ajuste conveniente.
En 1960, la National Federation of State High School Association adoptó él reglamente obligatorio, que todos los jugadores participantes en el fútbol americano organizado bajo el apoyo de 45 estados de aquel entonces, tenían que utilizar cierto tipo de protección facial. Cohen y Boush demostraron que el empleo de un protector bucal con ajuste conveniente eliminaba las lesiones bucales en jugadores preparatorianos del fútbol americano.
Los resultados de tales esfuerzos dieron frutos en 1962, cuando el National Alliance Footbal Rules Comité, Constituidos por miembros de la National Federatión of High School, la National Junior College Athletic Associatión y la National Intercollegiate Athletic Association exigieron que los jugadores de fútbol americano utilizaran protectores bucales y máscaras faciales, esta regla obligaba que “cada jugador debe utilizar un protector de boca y dientes intrabucal, que incluía una porción oclusal y labial.”
La NCAA, que regula los programas atléticos en las universidades y colegios principalmente necesito mucho más tiempo para adoptar los requisitos obligatorios del protector bucal y la máscara facial(2)
En un estudio clínico de 5 años del Dr. John Stenger en jugadores de fútbol de Notre Dame iniciado en 1958 y publicado en 1964(3), El Dr. Stenger, iniciador del concepto de fisiología dental, basó mucho de su trabajo en James B. Costen MD, un otorrinolaringólogo de la Universidad de Washington(4), por medio de trazos cefalométricos en radiografías de cráneos realizadas antes y después a estos jugadores, Stenger demostró las diferencias en la posición del cóndilo de la mandíbula, el hueso hioides y las vértebras cervicales (c2-c4), cuando los dientes estuvieron en oclusión céntrica( máximo contacto de las arcadas dentarias sup e inf.) Contra la utilización de un posicionador entre las arcadas (aumentando la distancia interdentaria de 2-4 mm), encontrando la disminución de lesiones en mandíbula y órganos dentarios, hay también una reducción impresionante en concusión cerebral.
La Concusión Cerebral puede ser definida como un trauma inducido causando una alteración en el estado mental que puede o no puede involucrar la pérdida de conciencia(5). La confusión y la amnesia pueden acompañar a la concusión, el reconocimiento de la concusión es imperativa para los entrenadores, asistentes deportivos, directores técnicos así como los atletas que necesitan recibir una evaluación oportuna y el tratamiento adecuado por parte del médico.
Hickey y col. , estudiaron la relación de protector bucal y la presión intracraneal y deformación ósea en 1967,
Realizo un trabajo el cual consistió en un mecanismo de producción de impacto, para desarrollar un golpe uniforme dirigido al borde inferior de la mandíbula en un cadáver masculino intacto.
Se encontró una significante reducción en ambos(deformación ósea y presión intracraneal) la amplitud y duración, cuando un protector bucal estuvo colocado comparado cuando los dientes estuvieron juntos en oclusión céntrica. (6)
No fue sino hasta 1973, once años después que el National Alliance Football Rules Comitte había exigido el uso de protectores faciales y bucales, que la NCAA finalmente hizo lo propio al poner en vigencia él reglamente.
En 1974 se demostró al comité que un protector bucal ajustado de manera apropiada permitiría al atleta hablar con claridad sin alterar de esa manera su función. Finalmente se aceptó la regla y en la actualidad los jugadores de fútbol americanos colegial tienen que utilizar protección bucal. (2)
Los protectores bucales protegen contra contusiones a labios y carrillos, lesiones en lengua, laceraciones de tejido blando, disminuyen las fracturas dentales además de prevenir lesión en la Articulación temporomandibular, también disminuyen la posibilidad de lesiones cervicales como concusión, hemorragia cerebral, pérdida de conciencia, daño cerebral grave al sistema nervioso y muerte. (4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19)
La función específica de un protector bucal construido especifica e individualmente es la absorción parcial y disipar la energía del impacto generado por la fuerza traumática dirigida a la mandíbula y a la cabeza.
El protector bucal deber cumplir las siguientes indicaciones como una adecuada retención en el maxilar (no debe ser fácilmente desplazado por el impacto), que facilite la respiración y el habla, no debe causar reacciones tóxicas por los diversos materiales empleados en su fabricación, debe ser cómodo y no lastimar a los tejidos blandos de la boca. (1,20,21,22,23,24,25,26,27)
Los protectores bucales comerciales pretenden cumplir estos requerimientos pero su adaptabilidad y su nula comodidad es a menudo insatisfactorias, aunque la disposición para encontrarlos en el mercado y el bajo costo que ofrecen facilitan al deportista adquirirlo, aún conociendo las diferencias entre el tamaño de diversas arcadas dentarias entre diferentes jugadores, un protector bucal específicamente e individualmente diseñado debe proveer mayor protección con capas adicionales en zonas específicas de los dientes y mucosa bucal(27,28)
Importantes es también las condiciones orales que se presentan para determinar los riesgos relacionados a este deporte y adecuar el protector especifica para determinado tipo de deporte
MATERIALES Y METODOS
Estudio longitudinal, retrospectivo, observacional, una completa revisión de cavidad oral (exámenes de exploración de cabeza y cuello, revisiones de mucosa bucal, dentales y de A.T.M determinado con diversos movimientos mandibulares como apertura, cierre, movimientos de lateralidad, protracción y retracción escuchados con estetoscopio a nivel de atm), realizado a 60 jugadores de liga mayor de fútbol americano de la U.D.L.A., masculinos, promedio de edad 21 años.
Se realizaron además de un cuestionario previo con preguntas relacionadas a la opinión del protector bucal usado y presencia de lesiones dentales.
RESULTADOS.
De las lesiones que presentan los participantes en el cuerpo cabeza y extremidades es la siguiente:
6.6% presenta lesiones en cara y boca, 1.6% en cabeza, 46.6% presenta diversas lesiones en el cuerpo y solo uno perdió la conciencia durante el impacto.
En cavidad oral encontramos el siguiente:
El 70% del total de jugadores padeció algún tipo de lesión en cavidad oral;
Lesiones en lengua 31.6%, labios 21.6%, incisivos maxilares 8.3% y mucosa bucal 6.6 %.
La mandíbula presentó mayor incidencia de lesión con el 40%,
El mayor número de lesiones sucedió en entrenamientos con un 50% y el 20% sucedió en los juegos oficiales, los golpes en el tercio inferior de la cara son originados por caídas y cabezazos en un 23.33% cada uno.
La manera de solucionar sus lesiones fue “dejarlo al tiempo” en un 33.3%, con medicamentos el 11.66%, visitó a su dentista inmediatamente el 1.6%.
El 78.3% de los jugadores analizados conoce algún tipo de protección bucal en los deportes de contacto, mientras que el 21.6% desconoce por completo el tema.
El 98.33% utiliza protectores bucales comerciales, 56.66% menciona que no es funcional,
El 73.3% no puede gritar con el protector bucal comercial, el 81.6% no puede deglutir con el protector bucal comercial, el 78,3% el protector bucal comercial no se adapta adecuadamente a sus dientes y no se retiene fácilmente, el 95% no puede hablar con el protector bucal comercial porque se le cae, el 60% no puede respirar adecuadamente cuando no lo puede hacer correctamente por la nariz, el 48.3% mencionaron que este tipo de protector le causa iritación a sus tejidos duros y blandos, el 38,3% mencionó que el protector bucal comercial tiene sabor desagradable.
el 55% presenta algún tipo de alteración en la ATM, (chasquido crepitación y subluxacion a la apertura y cierre, el 76.66% presenta lesiones por caries, una avulsión dental y solo un atleta presentó lesión patológica en mucosa bucal (fibroma en mucosa bucal)
De las lesiones que presentan los participantes en el cuerpo cabeza y extremidades es la siguiente:
6.6% presenta lesiones en cara y boca, 1.6% en cabeza, 46.6% presenta diversas lesiones en el cuerpo y solo uno perdió la conciencia durante el impacto.
En cavidad oral encontramos el siguiente:
El 70% del total de jugadores padeció algún tipo de lesión en cavidad oral;
Lesiones en lengua 31.6%, labios 21.6%, incisivos maxilares 8.3% y mucosa bucal 6.6 %.
La mandíbula presentó mayor incidencia de lesión con el 40%,
El mayor número de lesiones sucedió en entrenamientos con un 50% y el 20% sucedió en los juegos oficiales, los golpes en el tercio inferior de la cara son originados por caídas y cabezazos en un 23.33% cada uno.
La manera de solucionar sus lesiones fue “dejarlo al tiempo” en un 33.3%, con medicamentos el 11.66%, visitó a su dentista inmediatamente el 1.6%.
El 78.3% de los jugadores analizados conoce algún tipo de protección bucal en los deportes de contacto, mientras que el 21.6% desconoce por completo el tema.
El 98.33% utiliza protectores bucales comerciales, 56.66% menciona que no es funcional,
El 73.3% no puede gritar con el protector bucal comercial, el 81.6% no puede deglutir con el protector bucal comercial, el 78,3% el protector bucal comercial no se adapta adecuadamente a sus dientes y no se retiene fácilmente, el 95% no puede hablar con el protector bucal comercial porque se le cae, el 60% no puede respirar adecuadamente cuando no lo puede hacer correctamente por la nariz, el 48.3% mencionaron que este tipo de protector le causa iritación a sus tejidos duros y blandos, el 38,3% mencionó que el protector bucal comercial tiene sabor desagradable.
el 55% presenta algún tipo de alteración en la ATM, (chasquido crepitación y subluxacion a la apertura y cierre, el 76.66% presenta lesiones por caries, una avulsión dental y solo un atleta presentó lesión patológica en mucosa bucal (fibroma en mucosa bucal)
Discusión
El hecho de ser titular en el equipo deportivo hace que el atleta persista en la forma de mejorar y acondicionar su capacidad física y muestra un empeño notable contra sus demás compañeros, esto ocasiona una precencia mayor de lesiones en el campo de juego, lugar donde pude participar sin vigilancia de sus entrenadores y con mayor incidencia delesionarse, estos datos igualmente encontrados por otros autores (29)
La mandíbula sufre mayor precencia de lesión ya que al no estar fija en su posición respecto al protector bucal y con la precencia de golpes en la base del mentón y/o lateral del cuerpo de la mandíbula, esta puede ser colisionada con dirección a la cavidad glenoidea (30)
Es importante la participación del odontólogo preparado para proveer una cultura de prevención bucal en el deporte y que el equipo deportivo lo acepte como parte indispensable de promoción al cuidado del deportista
El entrenador es el responsable de verificar que la protección sea adecuada y no los refris o árbitros como se mencionan en otros estudios(31)
La nula retención de los protectores bucales ha sido mencionada anteriormente por diversos investigadores es por lo cual que deben ser evitados.(1,2)
Los protectores bucales comerciales se les agrega un aceite mineral para no perder su flexibilidad pero provoca un sabor desagradable al usarlo dentro de la boca y al perderse este aceite el material del protector se vuelve rígido(2)
Debe instaurarse el uso de protector bucal específicamente construido como medio de protección, el apoyo del Cirujano Dentista capacitado para él diagnostico de lesiones orales del participante además de proveer atención inmediata en el campo de juego e intercambiar información y asesorar al equipo deportivo(32). Importante es revisar la condición bucodental y la articulación temporomandibular al jugador antes de participar en fútbol americano, planear una estrategia de tratamieto y en caso de cirugías dentales a ralizar, hacerlas con 6 meses de anticipación asi como prevenir las lesiones irreversibles en articulación temporomandibular, debemos realizar investigaciones subsecuentes sobre este tema.
El hecho de ser titular en el equipo deportivo hace que el atleta persista en la forma de mejorar y acondicionar su capacidad física y muestra un empeño notable contra sus demás compañeros, esto ocasiona una precencia mayor de lesiones en el campo de juego, lugar donde pude participar sin vigilancia de sus entrenadores y con mayor incidencia delesionarse, estos datos igualmente encontrados por otros autores (29)
La mandíbula sufre mayor precencia de lesión ya que al no estar fija en su posición respecto al protector bucal y con la precencia de golpes en la base del mentón y/o lateral del cuerpo de la mandíbula, esta puede ser colisionada con dirección a la cavidad glenoidea (30)
Es importante la participación del odontólogo preparado para proveer una cultura de prevención bucal en el deporte y que el equipo deportivo lo acepte como parte indispensable de promoción al cuidado del deportista
El entrenador es el responsable de verificar que la protección sea adecuada y no los refris o árbitros como se mencionan en otros estudios(31)
La nula retención de los protectores bucales ha sido mencionada anteriormente por diversos investigadores es por lo cual que deben ser evitados.(1,2)
Los protectores bucales comerciales se les agrega un aceite mineral para no perder su flexibilidad pero provoca un sabor desagradable al usarlo dentro de la boca y al perderse este aceite el material del protector se vuelve rígido(2)
Debe instaurarse el uso de protector bucal específicamente construido como medio de protección, el apoyo del Cirujano Dentista capacitado para él diagnostico de lesiones orales del participante además de proveer atención inmediata en el campo de juego e intercambiar información y asesorar al equipo deportivo(32). Importante es revisar la condición bucodental y la articulación temporomandibular al jugador antes de participar en fútbol americano, planear una estrategia de tratamieto y en caso de cirugías dentales a ralizar, hacerlas con 6 meses de anticipación asi como prevenir las lesiones irreversibles en articulación temporomandibular, debemos realizar investigaciones subsecuentes sobre este tema.
Agradecemos el apoyo aportado por el Dr. Carlos Bejarano W., Director de la Clínica Médica de la UDLA para la realización de este trabajo
Referencias:
1.-Amy-E. “la Salud oral en el deporte”. Ediciones Mitológicas, 1996.
2.-Odontología del Deporte. Clinicas Dentales de Norte América, Vol. 4, 1991.
3.-Stenger, J et al, Mouthguards: Protection Against Shock to Head, Neck and Teeth, JADA, Vol 69, Sept 1964,pp 273-281.
4.-Costen J, Neuralgias and ear synptoms involved in general diagnosis due to mandibular joint pathology, J Kansas
Med Soc 315-321, 1935
5.-Kelly JP, Nichols JS, Filley CM, Lillehei KO, Rubinstein D, Kleinschmidt-Demasters BK, Concussion in sports:Guidelines for the prevention of catastrophic outcome. Journal of the American Medical Association 226: 2867-2869,, 1991
6.-Hickey J, et al: The relation of mouth protectors to cranial pressure and deformatión, JADA 74:735-740, 1967.
7.-Stokes-AN; Teo-CS; Bagramian-RA;Loh-T.”Singapore dentist´knowlegde, advocacy and utilisation of mouthguards.”:Singapure-Dent-J.1993 Jun; 18(1):39-41
8.-Thompsom-DC;Patterson-MQ. “Cicle helmets and the prevention of injuries. Recomendations for competitive sport.”: Sports-Med. 1998 Apr;25(4):213-9.
9.-Soporowski-NJ; Tesini-DA; Weiss-AI. “Survey of Orofacial sports-related injuries”. J-Mass-Dent-Soc. 1994 Fall; 43(4): 16-20.
10.-Doyney-B. “Mouthguard protection in sports injury. Author´s reply/letter Comment)”. Aust-Dent-J. 1996; Feb; 41(1): 63.
11.-Glassman-M. “The First line of defense”. NY-State-Dent-J. 1995 Aug-Sep; 61(7): 48-50.
12.-McGregor-JC. “Soft Tissue facial injuries in sports(excluding the eye)”. J-R-Coll-Surg-Edinb. 1994 Apr; 39(2): 76-82.
13.-“Mouthguards reduce injuries. (news)”. CDS-Rev. 1998 May-Jun; 91(4): 32.
14.- Alexander-D; Walker-J; Floyd-K; Jakobsen-J. “A survey on the use of mouthguards and associated oral injuries in athletics”. Iowa-Dent-J. 1995 Apr; 81(2);41,43-4.
15.-Johnston-T; Messer-LB. “An in vitro study of the efficacy of mouthguard dentoalveolar protection for injuries in deciduous and mixed dentitions”. Endod-Dent-Traumatol. 1996 Dec; 12(6): 277-85.
16.-Porter-M; O´Brien-M. “The BUY-MAX mouthguard: oral, peri-oral and cerebral protection for contact sports”. J-IR-Dent-Assoc. 1994; 40(4): 98-101.
17.-Jagger-RG. “Mouthguards (letter)”. Br-Dent-J. 1996 jan 20; 180(2): 50.
18.-Ou-M; Taniguchi; Ohyama-T. “ Analysis on decay rate of vibration following impact human dry skull whit and whitout mouthguards”. Bull-Tokyo-Med-Dent-Univ. 1996 Mar; 43(1): 13-24.
19.-Teo-CS; Stokes-AN; loh-T; Bragamian-RA. “A survey of tooth injury experience and attitudes to prevention in a group of Singapore Schoolboys”. Ann-Acad-med-Singapore. 1995 Jan; 24(1): 23-5.
20.-Scott-J; Burke-FJ; Watts-DC. “A review of dental injuries and the use of mouthguards in contact team sports”. Br-Dent-J. 1994 Apr 23; 176(8): 310-4.
21.-Hasegawa-Y. “Fundamental Study on effects of different forms of mouthguards on modal shape and damping ratio of human dry mandible”. Kokubyo-Gakkai-Zasshi. 1994 Jun; 61(2): 309-28.
22.-Mouthguard reduce injuries. (News)”. CDS-Rev. 1998 May-Jun; 91(4): 32.
23.-Nowjack-Raymer-RE; Gift-HC. “Use of mouthguards and headgear in organized sports by school-aged children. Public-Health- Rep.1996 Jan-Feb; 111(1): 82-6.
24.-Ranalli-DN. “Preventing mouth injuries during sports”. Penn-Dent-J(phila)(United States), Jan-Feb 1995; 62(1): 17-20.
25.-Broad-EM; Burke-LM; Cox-GR; Heeley-P. “Body weight Changes and voluntaryfluid intakes during training and competition sessions in team sports”. Int-J-Sport-Ntrv(United States).Sep 1996, 6(3): 307-20.
26.-Deyoung-AK; Robinson-R; Godwin-WC. “Comparing comfort and wearability: Custom made VS Self-adapted mothguards”. JADA, Vol.125, August 1994: 112-16.
27.-Kuebker-WA;Morrow-RM;Cohen –PA,”Do Mouth-Fomed Mouthguards meet the NCAA rules?.”The physician and sports medicine. Vol.14/no.6/June 1986.
28.-Oikarinen-KS;Salonen-MAM; Korhonen-J.”Comparison of the guarding capacities of moutrh protectors.”,Endod Dent Traumatol. 1993;9:115-119.
29.-Soporowski-NJ.“Fabricating custom athletic mouthguards.” J-Mass-Dent-Soc. 1994 Fall;43(4):25-7.62-3.
30.-Hasegawa-Y.”Fundamental study on effects of different form of mouthguards on modal shape and damping ratio of human dry mandible.” Kokubyo-Gakkai-Zasshi.1994 Jun;61(2):309-28
31.-Ranalli-DN.,Lancaster-MD.”Attitudes of college football coaches regarding NCAA mouthguard regulations and player compliance.” J-Public-Health-Dent. 1995 Summer, 55(3):139-142.
32.-Rivera BM.”Lesiones en la cavidad oral”Deporte, Ciencia y Técnica Núm.13 Marzo/abril 2000;24-25
Referencias:
1.-Amy-E. “la Salud oral en el deporte”. Ediciones Mitológicas, 1996.
2.-Odontología del Deporte. Clinicas Dentales de Norte América, Vol. 4, 1991.
3.-Stenger, J et al, Mouthguards: Protection Against Shock to Head, Neck and Teeth, JADA, Vol 69, Sept 1964,pp 273-281.
4.-Costen J, Neuralgias and ear synptoms involved in general diagnosis due to mandibular joint pathology, J Kansas
Med Soc 315-321, 1935
5.-Kelly JP, Nichols JS, Filley CM, Lillehei KO, Rubinstein D, Kleinschmidt-Demasters BK, Concussion in sports:Guidelines for the prevention of catastrophic outcome. Journal of the American Medical Association 226: 2867-2869,, 1991
6.-Hickey J, et al: The relation of mouth protectors to cranial pressure and deformatión, JADA 74:735-740, 1967.
7.-Stokes-AN; Teo-CS; Bagramian-RA;Loh-T.”Singapore dentist´knowlegde, advocacy and utilisation of mouthguards.”:Singapure-Dent-J.1993 Jun; 18(1):39-41
8.-Thompsom-DC;Patterson-MQ. “Cicle helmets and the prevention of injuries. Recomendations for competitive sport.”: Sports-Med. 1998 Apr;25(4):213-9.
9.-Soporowski-NJ; Tesini-DA; Weiss-AI. “Survey of Orofacial sports-related injuries”. J-Mass-Dent-Soc. 1994 Fall; 43(4): 16-20.
10.-Doyney-B. “Mouthguard protection in sports injury. Author´s reply/letter Comment)”. Aust-Dent-J. 1996; Feb; 41(1): 63.
11.-Glassman-M. “The First line of defense”. NY-State-Dent-J. 1995 Aug-Sep; 61(7): 48-50.
12.-McGregor-JC. “Soft Tissue facial injuries in sports(excluding the eye)”. J-R-Coll-Surg-Edinb. 1994 Apr; 39(2): 76-82.
13.-“Mouthguards reduce injuries. (news)”. CDS-Rev. 1998 May-Jun; 91(4): 32.
14.- Alexander-D; Walker-J; Floyd-K; Jakobsen-J. “A survey on the use of mouthguards and associated oral injuries in athletics”. Iowa-Dent-J. 1995 Apr; 81(2);41,43-4.
15.-Johnston-T; Messer-LB. “An in vitro study of the efficacy of mouthguard dentoalveolar protection for injuries in deciduous and mixed dentitions”. Endod-Dent-Traumatol. 1996 Dec; 12(6): 277-85.
16.-Porter-M; O´Brien-M. “The BUY-MAX mouthguard: oral, peri-oral and cerebral protection for contact sports”. J-IR-Dent-Assoc. 1994; 40(4): 98-101.
17.-Jagger-RG. “Mouthguards (letter)”. Br-Dent-J. 1996 jan 20; 180(2): 50.
18.-Ou-M; Taniguchi; Ohyama-T. “ Analysis on decay rate of vibration following impact human dry skull whit and whitout mouthguards”. Bull-Tokyo-Med-Dent-Univ. 1996 Mar; 43(1): 13-24.
19.-Teo-CS; Stokes-AN; loh-T; Bragamian-RA. “A survey of tooth injury experience and attitudes to prevention in a group of Singapore Schoolboys”. Ann-Acad-med-Singapore. 1995 Jan; 24(1): 23-5.
20.-Scott-J; Burke-FJ; Watts-DC. “A review of dental injuries and the use of mouthguards in contact team sports”. Br-Dent-J. 1994 Apr 23; 176(8): 310-4.
21.-Hasegawa-Y. “Fundamental Study on effects of different forms of mouthguards on modal shape and damping ratio of human dry mandible”. Kokubyo-Gakkai-Zasshi. 1994 Jun; 61(2): 309-28.
22.-Mouthguard reduce injuries. (News)”. CDS-Rev. 1998 May-Jun; 91(4): 32.
23.-Nowjack-Raymer-RE; Gift-HC. “Use of mouthguards and headgear in organized sports by school-aged children. Public-Health- Rep.1996 Jan-Feb; 111(1): 82-6.
24.-Ranalli-DN. “Preventing mouth injuries during sports”. Penn-Dent-J(phila)(United States), Jan-Feb 1995; 62(1): 17-20.
25.-Broad-EM; Burke-LM; Cox-GR; Heeley-P. “Body weight Changes and voluntaryfluid intakes during training and competition sessions in team sports”. Int-J-Sport-Ntrv(United States).Sep 1996, 6(3): 307-20.
26.-Deyoung-AK; Robinson-R; Godwin-WC. “Comparing comfort and wearability: Custom made VS Self-adapted mothguards”. JADA, Vol.125, August 1994: 112-16.
27.-Kuebker-WA;Morrow-RM;Cohen –PA,”Do Mouth-Fomed Mouthguards meet the NCAA rules?.”The physician and sports medicine. Vol.14/no.6/June 1986.
28.-Oikarinen-KS;Salonen-MAM; Korhonen-J.”Comparison of the guarding capacities of moutrh protectors.”,Endod Dent Traumatol. 1993;9:115-119.
29.-Soporowski-NJ.“Fabricating custom athletic mouthguards.” J-Mass-Dent-Soc. 1994 Fall;43(4):25-7.62-3.
30.-Hasegawa-Y.”Fundamental study on effects of different form of mouthguards on modal shape and damping ratio of human dry mandible.” Kokubyo-Gakkai-Zasshi.1994 Jun;61(2):309-28
31.-Ranalli-DN.,Lancaster-MD.”Attitudes of college football coaches regarding NCAA mouthguard regulations and player compliance.” J-Public-Health-Dent. 1995 Summer, 55(3):139-142.
32.-Rivera BM.”Lesiones en la cavidad oral”Deporte, Ciencia y Técnica Núm.13 Marzo/abril 2000;24-25

No hay comentarios:
Publicar un comentario